Publicado el por en Bogotá, Judicial.

Con papayera, vino espumoso y espuma el gremio de ladrones de la zona nororiental de Bogotá llevó a cabo ayer el primer robo de un Apple Watch.

«Sabíamos que ya estaban por ahí pagando, era cuestión de tiempo. Ya teníamos la parafernalia montada. Agradecerle al aliado estratégico -que es como preferimos llamar a los que en los medios conocen como víctimas- la colaboración», afirmó un vocero autorizado.

«Es un día histórico, marca un hito en nuestra profesión. No es cualquier cosa el reto que supone este dispositivo, por lo que aprovecho esta tribuna para pedirle a la ciudadanía máxima colaboración para que nuestro equipo de profesionales en enfermería con estudios en amputación de extremidades tenga que intervenir».

«Yo si ví una parafernalia como rara. Me recordó al Festival nacional del hueco de No me lo cambie o a los pelados esos que piden plata para construir techos, entonces me relajé. Me abordó un man bien, de jean apretado, pelo puntudo y chaqueta abullonada, me dio la mano -creí entonces que era un concejal- y nada, ahí mientras nos tomaban las fotos y nos echaban la espuma y en medio del ruidajo de la papayera me lo bajaron, pero no me lo pillé. Me vine a dar cuenta cuenta cuando me metí al baño del Andino a lavarme», declaró, por su parte, la víctima. «En medio de todo recordaré este robo con cariño, es que a mí ya me han tumbado cuatro celulares, tres radios del carro, dos billeteras, diez retrovisores, una cadena y una vez las ganas de vivir«.

Ante el hecho, fuentes de la administración culparon a un grafiti en el que se puede identificar una manzana ubicado a tres cuadras del lugar por haber incitado a los amigos de lo ajeno a proceder.

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