Una nota de nuestro medio aliado da cuenta del asombroso poder curativo de la gaseosa, capaz, según una nota emitida en su noticiero de la noche, de curar la depresión infantil.
La historia del pequeño Victor Estiven Rosas*, de 8 años es conmovedora:
Desde que entró al colegio, fue víctima de maltratos y burlas por parte de sus compañeros que lo consideraban excesivamente gordo. Todos los días recibía algún tipo de vejamen, y esto a la postre, vino a hacer mella en la autoestima del menor causándole un cuadro de depresión severa del cual no podía recuperarse.
Sin embargo, todo cambió cuando su madre vio un comercial de gaseosas, en el cual se retrataba un estilo de vida alegre y jovial entre consumidores de esta bebida y encontró una posible solución a los problemas de su hijo. Inmediatamente se dirigió a la tienda de su barrio en la cual, por supuesto, sólo vendían productos Postobón, y pidió un litro de gaseosa que administró a su hijo en dosis regulares de un vaso por cada comida.
Tras un mes de este tratamiento, el pequeño Victor aumentó 4 kilos, pero el azúcar de la bebida lo hizo olvidar la depresión y volvió a sonreír por primera vez en mucho tiempo, aclara el reportaje.
Este medio conoció que la madre ahora se debate entre aumentar la dosis o cambiar a su hijo de colegio, ya que el niño desarrolló resistencia a la gaseosa, que ahora sólo lo engorda sin alegrarlo.
*El nombre del menor fue cambiado para preservar su anonimato.
*Actualidad Panamericana Holdings aclara que entre sus activos no cuenta con una fábrica de gaseosas.