El reconocido filólogo e historiador colombo-español, Samuel Ramón-Molina de la universidad de Colonia en Alemania halló esta mañana una cuartilla del libro ‘Las Profecías’ del médico y adivino francés Michel de Nôtre-Dame, más conocido como Nostradamus , que lo dejó petrificado. Había retomado esta obra con motivo del reciente incendio de la catedral de Notre-Damme en Paris.
Al parecer, dicho texto predice el fracaso electoral del político colombiano Germán Vargas Lleras en las elecciones presidenciales de mayo de 2018 en su país. Así reza:
‘Remolino tormentoso
Ansias insaciables
Ruptura. Angustia.
Hora de la verdad. Desolación.
Olivos que florecen, castores que permanecen.
Labios de fuego abrasador.
Arrume de bártulos, antorcha que ilumina y al tiempo ciega’
Todavía en estado de shock, Ramón-Molina explicó así su interpretación:
‘Cuando la leí se me heló la sangre. Es de una claridad que te cagas. El remolino tormentoso es por supuesto su carácter arrevolverado desde siempre, las ansias insaciables pues todo lo que él quiso ser presidente; la ruptura y la angustia claro que se refieren a las elecciones y ni hablar de la hora de la verdad y la desolación como descriptoras de lo que fue para él ese fatídico día. Y si quedan dudas, lo que viene después es para confirmar plenamente que Nostradamus está hablando de Vargas: los olivos que florecen son una alusión clara a su pasión por el aceite de oliva y a un olivo que un primo suyo sembró hace 20 años en su casa de Villa de Leyva y que su exesposa arrancó durante una refriega conyugal. Los castores que permanecen remiten a algo que no se sabe mucho de él y es que siempre que tiene un rato libre busca documentales de castores en NatGeo, le apasiona verlos como pocas cosas en su vida.’
Visiblemente nervioso, continúa: ‘Esa noche de esas elecciones pasó de largo encerrado en su cuarto sumergido en documentales de castores, me comentó un allegado. Es decir, permaneció impávido con los ojos llorosos pegados a una pantalla por la que desfilaban castores tal y como reza la cuartilla. Lo de los labios de fuego abrasador también es de una precisión escalofriante: ese día a su asistente la salieron tres fuegos en los labios con los que somatizó toda la tensión por el mal momento de su jefe. Luego viene lo más aterrador: el arrume de bártulos es una descripción diáfana, perfecta, del interior de cualquier supertienda Olímpica y si permanece alguna confusión esta se despeja cuando habla de esa antorcha -la de Olímpic,a de la familia Char- que primero lo iluminó y ahora quiere quemarlo tras la alianza de esta familia con Álvaro Uribe. ¿Puede quedar acaso alguna duda?’
