Luego de analizar los renders del presunto metro elevado que, tras siete aplazamientos para su licitación el alcalde Peñalosa habría prometido que esta vez sí, y que de la octava prórroga no pasa porque “la octava es la vencida”, fue el mismo alcalde el que le encontró reparos a estos.
De acuerdo con Peñalosa, en los renders aparecen atravesados unos “matorrales espantosos” que no dejan ver la total magnitud de la obra; y, además no contrastan con el “maravilloso rojo color transmilenio” que van a tener los los trenes y los buses que, según orden del burgomaestre, deben parecer juntos una sola troncal.
“A diferencia de otros antes y ahora, nosotros estamos haciendo los mejores renders, con los menores riesgos de sobrecostos y que además sean más fieles a la verdad, por eso hemos hecho unos nuevos renders más finos, absolutamente divinos, donde cambiamos esos árboles retorcidos por una calle con unos super bolardos traídos de Lyon; y el prado que se veía ahí a la izquierda, lo cambiamos por una cancha sintética de banquitas en la que los obreros podrán jugar dichosos, al rayo del sol, sin ser atacados por algún árbol retorcido.
“Es que la gente no alcanza a dimensionar lo peligrosos que son. Por ejemplo, mira lo siguiente: un obrero jugando micro puede chocarse contra cualquier tronco y lesionarse horrible… Y cuando digo troncos no hablo de sus compañeros (risas). Eso te lo cuento porque fue algo que casi me pasa cuando fui el único blanco en la construcción de negros pobres en la que trabajé cuando viví en USA. Por eso la nueva Bogotá será una nota, sin licuadoras, casi sin árboles frecuentemente sin ellos”.