Pescadores aficionados descubrieron el pasado fin de semana lo que parece ser la Atlántida bajo las aguas del embalse de Tominé.
Alejandro Bustamante y su hijo estaban pescando el sábado en la laguna junto al municipio de Guatavita cuando su anzuelo se enredó haciendo que el menor cayera al agua. Al hundirse pudo ver estructuras claramente humanas bajo las aguas.
«Recibimos reportes de un hallazgo arqueológico sumergido, entonces enviamos nuestros arqueólogos. El reporte inicial es que se trata de la legendaria ciudad de la Atlántida descrita por Platón hace más de 2000 años», dice con entusiasmo Carolina Venegas, arqueóloga submarina.
«Encontramos ladrillos y una mica que son elementos que no se conocían antes de la llegada de los españoles. Es por esto que sabemos que no se trata de una aldea prehispánica. La única explicación es que estemos frente a las ruinas de la Atlántida», recalca Venegas mientras examina la mica con una lupa.
La guaquería no se han hecho esperar y miles de curiosos han invadido el borde del embalse desde donde avivatos se lanzan a buscar su agosto. Entre los elementos que han encontrado hay una caja de dientes, unas cargaderas, una máquina laminadora de contraseñas y una porcelana de un pastor con un perro. Elementos que parecen reforzar la teoría de Venegas.
Hippies de todas las latitudes atiborran los hostales de Guatavita que ya han declarado el municipio capital astral y cósmica de Cundinamarca. Entre tanto, Alberto Toquica, secretario de gobierno (E), trata en vano de mantener el orden en este otrora remanso de paz.
Las autoridades nacionales se mantienen herméticas a la espera de los resultados definitivos de la datación con carbono 14 de los objetos hallados.
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