Indignados se han declarado los habitantes de Bogotá por la sorpresiva aparición, esta mañana, de dos canchas sintéticas de fútbol con medidas reglamentarias en las faldas del cerro de Monserrate.
Por su parte, la administración distrital celebró la instalación de este espacio deportivo, pese a que, debido a su inclinación, es muy difícil jugar sin perder el balón.
«Con esta nueva cancha continuamos avanzando en nuestra meta de erradicar las especies no plásticas que invaden la ciudad», explicó un funcionario del Jardín Botánico. En efecto, se espera que al final de esta administración el 90 % de la grama sea sintética y el 50 % de los árboles sea reemplazado por pinos navideños de plástico. «El plástico evita la proliferación de plagas, no deja hojas ni frutos peligrosos en el suelo y dura miles de años», resaltó el empleado público.
El alcalde Enrique Peñalosa agregó en su Twitter: «Esperamos que el Concejo Distrital apruebe nuestra propuesta de fumigar Bogotá aéreamente con glifosato para acabar con mayor eficiencia con los árboles y su molesta sombra, que son escondedero de ladrones y peligro para los niños».
«Estas dos primeras canchas serán un nuevo símbolo del deporte en el paisaje bogotano, como el letrero de Hollywood lo es para el cine. No hay mejor vitrina que esta», agregó el burgomaestre en otro de sus trinos.
Para finales de 2018 se inaugurarán otras 18 canchas de fútbol en los cerros orientales y se dará inicio a la renovación urbana de otros espacios, hasta ahora desaprovechados, como separadores y antejardines, para la instalación de canchas de fútbol y microfútbol.