Publicado el por en Política, Salud y bienestar, Tendencias.

Indignación ha causado la propuesta del representante a la Cámara por Antioquia, Gerardo Aristizábal, del partido de la U, de iniciar un programa piloto con miras a castrar a todos aquellos jóvenes que no demuestren ser innovadores o emprendedores.

«Yo no se por qué tanto escándalo y tanto misterio home, si lo que estamos aquí es simplemente ayudándole, dándole una manito al país y a la naturaleza. Al país, porque necesitamos ser competitivos, necesitamos miles, millones de innovadores para sobrevivir en el mercado mundial y a la naturaleza porque finalmente estamos es acelerando lo que es la selección natural, mirá una camada de cachorros: solo viven los fuertecitos, los avispados. Los atembados mueren, como debe ser, porque en esta vida p’antier es tarde pa-pá», explicó.

Según su propuesta, en una primera fase se escogería una población de cien jóvenes que cursen actualmente quinto de primaria para hacerles un seguimiento riguroso con múltiples pruebas para establecer cuáles de ellos tienen potencial emprendedor. Una de ellas, asegura un asesor de Aristizábal, sería la de organizar la rifa de un cachorro, «esos que se tumben la vueltas de las boletas, que vendan dos veces el mismo número o que embolaten la entrega, pues habrá que marcarlos, porque tienen madera para el emprendimiento. Los pendejos que entreguen las cuentas como son, pues a esos se les podría empezar a aplicar yo no diría la castración, porque eso tiene una carga muy maluca, sino la supresión en aras de la patria de los derechos reproductivos y por la paz, poné ahí que por la paz que es lo de moda».

Otra prueba propuesta por el mismo representante consistiría en crear una aplicación que resuelva un problema inexistente, conseguir financiación de inversionistas y al final decir que la plata se invirtió en sacar la versión 2.0.

«Con esto separaríamos a los emprendedores de los bobitos que trabajan» añadió Aristizabal.

El parlamentario añadió que cada poeta, por poner un ejemplo, le cuesta al país cerca de 740 millones de pesos, y que el lucro cesante para la Dian de un filósofo es «sencillamente incuantificable».

«Un lujo que, seamos sinceros, a estas alturas, con ese precio del petróleo, ya no nos podemos dar. Lo que toca es metérsela con toda al empuje, a la verraquera de esta raza mijo», añadió mientras desmontaba un bosque nativo de orquídeas.

Por último, trascendió que el proyecto incluye un artículo que legaliza el matoneo en centros educativos «siempre y cuando este se ejerza contra niños y niñas de carácter introvertido, solitario y melancólico. Es decir, futuro lastre para un país pujante».

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