Hace carrera en el Gobierno Nacional la idea de prohibir conversaciones de estos temas, incluida en el paquete de recomendaciones de una consultoría que realizó el Instituto McPherson para la Corrección Política con sede en Boltimore, USA.
De acuerdo con el documento, por lo menos siete de cada diez riñas y cinco de cada diez homicidios que tienen lugar en el país se originan en discusiones en torno a estos asuntos en los que nadie tiene la última palabra. Cálculos iniciales pronostican una caída de hasta un 80% en la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes.
«Sí, es verdad, vamos a ver si lo metemos en el proyecto de reforma al Código de Policía. Tampoco se tratar de tipificarlo como delito, sería más una contravención con sanción pedagógica: que la persona sorprendida hablando de uno de estos temas la lleven al CAI a hacer planas, algo así, nada muy excesivo», declaró a AP una fuente de la Alta Consejería para la Seguridad y Convivencia Ciudadanas. Este mismo funcionario explicó que esta sería la antesala de la creación del Ministerio de la Felicidad y la Actitud Positiva, parte de las reformas a la institucionalidad inevitables en el posconflicto.
El propósito, según fue posible establecer, es crear incentivos para que los colombianos en cafés, parques, tiendas y bares orienten sus conversaciones hacia temas con el vistobueno del Gobierno tales como el clima, la paz, el emprendimiento, la biodiversidad o la innovación.