Ni los controles de la Policía ni el sofoco que producen las altas temperaturas habituales en la capital del Atlántico pudieron frenar los ánimos de cientos de mototaxistas que protestaron esta mañana en la Murillo, vía que conduce al aeropuerto Ernesto Cortissoz causando una gigantesca congestión por cuenta de la cual cientos de viajeros perdieron sus vuelos.
Los conductores que prestan el servicio informal de servicio público afirman no aguantar más el mal olor que dejan las mujeres en los cascos que estos les facilitan para sus traslados.
«Ahora con el cuento del ahorro de energía ya no usan tanto el secador ni la plancha y el cabello y la cabeza les hiede, nojoda locoooooo», se le oía, en medio de la protesta, a Tibursio Roma, uno de los transportadores alternativos -como piden que se les llame- que se declara víctima.
«Eche, zipote vaina, quieren que el alisado les dure una semana y hasta más. Lo digo porque me lo dijo una clienta», añadió un compañero de Roma. Este fue enfático en que ni dejando el casco en una ponchera de FAB y cloro media hora, pudo sacarle el olor.
Enterado del asunto, el alcalde Alejandro Char anunció temporada de descuentos de secadores y pinzas de pilas así como de talcos de todas las marcas presentando la tarjeta plata en Olímpica para «ponerle de una vez por todas tatequieto a este problema».