Publicado el por en Salud y bienestar, Tecnología.

Un estudio que debe preocupar a todos aquellos adultos que en su infancia y adolescencia recurrieron al truco de soplar la parte inferior de los casetes de la consola Nintendo en su versión NES fue revelado hoy.

Según aseguran investigadores de la Facultad de Odontología de la Universidad de Carolina del Sur, existe evidencia suficiente para afirmar que quienes incurrieron en dicha práctica tienen un riesgo hasta cuatro veces superior de comenzar a experimentar pérdidas tempranas de piezas dentales que aquellos que no lo hicieron.

La causa sería la alta concentración de sulfato de cobre en las terminaciones metálicas que se encontraban en dicho extremo. Partículas microscópicas de este metal se desprendían durante los soplidos adhiriéndose a las encías. Estas luego produjeron un proceso de deterioro y desgaste acelerado «y a todas luces anormal» de las raíces de dientes y muelas de quienes hicieron parte de la población que se puso a disposición de los científicos.

«Si hoy ves a un ejecutivo joven, innovador, emprendedor y pansexual con caja de dientes no te sorprendas, fue un jugador compulsivo de Nintendo en su infancia», asegura James McBrady, autoridad mundial en periodoncia y líder de este proyecto.

Para mayor paradoja, fuentes del gigante de los videojuegos han reiterado que tal maniobra no tenía ningún efecto real.

«Vaya, qué sorpresa. Ahora entiendo, pero no me preocupa, uso un agujero para el pitillo de mi soda y el otro para el cigarro», declaró Martin Loew, que a sus 35 años sigue dedicando gran parte de su jornada diaria a tratar de ganar las cien vidas que luego de una muy exigente maniobra Mario Bros puede obtener en la escalera final del mundo 3-1 en la primera versión de su juego. El resto del día lo consagra a Twitter.

El hallazgo ha sido particularmente bien recibido entre los consumidores habituales de bazuco quienes ahora podrán argumentar en entrevistas de trabajo que el mal estado de su dentadura obedece a que de jóvenes fueron futuras promesas de Duck Hunt y que soplaron mucho, sí, pero el casete.

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