La muy polémica decisión conocida ayer según la cual los usuarios del servicio público de pasajeros en Colombia deberán pagar una suma correspondiente a los derechos de autor de la música que disfrutan en los vehículos destinados a este fin ya genera las primeras reacciones.
La más destacada corrió por cuenta del destacado cantautor guatemalteco Ricardo Arjona quien esta mañana anunció que no está interesado en cobrar la suma que le corresponda por este concepto. «Por Dios, cómo se les ocurre. Cómo le van a cobrar a un trabajador, a una madre soltera así sea un centavo por disfrutar de mi música mientras la rutina la estrangula, mientras el tráfico de las ciudades latinoamericana exprime su alma, que exabrupto. Y ni se diga del conductor, esto termina perjudicando su sustento, me duele en el alma porque yo tengo una especial sintonía con los taxistas en especial», afirmó para luego añadir que en protesta haría algunos arreglos a su éxito «Historia de un taxi» de los cuales dejó escapar este adelanto:
¿Qué es lo que hace un taxista cobrando por el talento?
¿Qué es lo que hace un taxista posando de avariento?
¿Qué es lo que hace un taxista poniéndole tarifa a la alta cultura?
¿Qué es lo que hace un taxista haciéndole caso a una norma que es vil caricatura?
«No se cansa de demostrar que además de sensible y brillante es compasivo y solidario, definitivamente es un ser de luz», afirmó Nora Contreras, seguidora irrestricta del intérprete y vocal del capítulo Bogotá-Cundinamarca de su club de fans.
Algo diferente opina la organización Sayco Acimpro que ya expresó su molestia por el «nefasto precedente sentado» y afirmó a través de un vocero que el dinero que le corresponde a Arjona será destinado a una fundación que promueve el uso de audífonos entre fanáticos del género urbano.
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