Un hecho curioso que hasta ahora había pasado desapercibido se registró a finales del año pasado cuando la emisora Pasión Guaraní eligió, sin saber que se trataba del alcalde de Bogotá, a Gustavo Petro como el tuitero del año.
«Miramos varias cuentas populares, les hicimos un seguimiento y escogimos cinco para que decidieran nuestros oyentes. Ellos fueron los que escogieron a Gus, como le decimos acá», afirma Carlos Gamarra, su director musical.
«Lo del cargo que ocupa lo vinimos a saber después. Pero mira, quiero quede muy claro que a Gus lo elegimos por su talento, es decir, por los giros dramáticos de su timeline, por el engagement que generan sus trinos y, sobre todo, por su manejo de la ficción en 140 caracteres, que le permite crear diferentes universos y escenarios fantásticos y, claro, por su arrollador sentido del humor».
Gamarra añadió que otro factor decisivo fue el promedio diario de trinos, campo en el que el burgomaestre capitalino superó de lejos a sus contendores.
Muy contento con el logro, Petro asistió el pasado dos de enero a las instalaciones de la emisora para recibir el galardón. Con él le fueron entregados además un disco de Rihanna, dos boletas para cine y un discman.
«Siempre será placentero departir con quienes, por fuera de la matriz de opinión que se ha tejido para atacar a la Bogotá Humana y ocultar sus monumentales logros, saben valorar a Gustavo Petro. Fue muy ameno compartir con mis rivales, hablamos de anécdotas propias de esto de las redes sociales. Uno de ellos me contó como se perdió el nacimiento de su hijo por estar tuiteando. Yo les conté de cuando me destruyeron una troncal de Transmilenio por estar tuiteando».
Este premio se suma a otros logros recientes obtenidos por la administración distrital entre ellos el reconocimiento como tercera mejor ciudad del mundo para contrabandear y el que la Organización Mundial del Empleo Temporal le entregó al alcalde por fomentar la rotación en la mayoría de los cargos de alto y mediano perfil.
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