Publicado el por en Cultura, Farándula, Salud y bienestar.

Los visitantes asiduos al famoso restaurante Andrés Carne de Res aún no salen de su asombro al conocer la nueva residencia de su fundador, cuyas fotos aparecieron publicadas en la última edición de la revista Architectural Digest.

La sorpresa se debe a que la casa, ubicada en un inmenso lote en Chía, corresponde a un estilo minimalista, totalmente opuesto al de sus restaurantes.

«Parece que no se hubiera trasteado todavía», afirmó Cuqui Avellaneda, habitual rumbera del primer Andrés Carne de Res. «¿Dónde está la chatarra, el aluminio, el cobre, las baterías y los calentadores usados del verdadero Andrés? Me siento full traicionada. Literal», puntualizó indignada Cuqui.

Y es que el restaurante, imperdible para llevar a los parientes extranjeros a que vivan una «colombian experience» rodeados de objetos recién envejecidos, se caracteriza por el estilo kitsch, comparable a ver un episodio del programa «Acumuladores Extremos» en el canal Discovery Home and Health.

Jaramillo explicó en la revista que su nuevo hogar es un espacio para darse un respiro después del trabajo, en el que constantemente se tropieza y golpea en la cabeza con olletas, canastos, piñatas y planchas de carbón que cuelgan del techo.

«Sería demasiado tener objetos en mi casa. Mi psiquiatra me recomendó los espacios blancos para despejar la mente, pues últimamente estaba sufriendo de alucinaciones y delirios de persecución. Veía payasos, mimos y personajes de Macondo acosándome con pitos y espantasuegras», confesó el magnate de los asados.

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