Las populares tiendas de ropa presentes en grandes y exclusivos centros comerciales del país, cambiarán su nombre, tras un presunto escándalo por un acuerdo entre la casa matriz española y un nuevo cliente panameño en condiciones más favorables que las que gozaba el detentor del derecho a usufructuar la marca.
El cambio en la razón social obedece a un estudio que demostraba que posiblemente la marca se había visto afectada en la mente del consumidor al ser relacionada con tratos por debajo de la mesa que perjudicaban presuntamente a la empresa nacional encargada del manejo de la franquicia en ciertos puntos comerciales y la asociaban con competencia desleal e infracciones a la libre competencia.
«Tras un estudio de insight por parte de nuestros trendsetters, llegamos a la conclusión de que todo el escándalo había afectado tanto la imagen de la marca, que preferimos cambiarlo completamente para que sea más directamente relacionable con los valores del nuevo modelo de comercialización. Esperamos ponernos en el top of mind de nuestros clientes», manifestó Tony De La Plata Jr, gerente internacional de la franquicia.
El estudio de mercadeo fue exhaustivo y para realizarlo, fue preciso contratar blogueros de moda, 60 fashionistas menores de edad y 147 twitteros especialmente amaestrados para cumplir con los objetivos de la investigación gracias a poderosos incentivos como mentas y tarjetas tullave con hasta dos viajes. Todos concluyeron que el cambio de nombre era necesario y que, además, ponerse el saco en los hombros es la nueva tendencia entre millenials y sin embargo preppies.