Gran controversia ha causado la apertura en varias ciudades del planeta de «Tinder gardens», jardines infantiles para párvulos surgidos de una relación propiciada por la aplicación Tinder.
Para ser admitido en uno de ellos, es obligatorio que los padres incluyan entre los documentos requeridos para la admisión una captura de pantalla del match que antecedió al coito que derivó en concepción. Esto último es lo que más polémica ha generado.
«Estaba en nuestro plan de negocio desde el primer día, tú sabes que hoy el que no innova por la mañana, al mediodía y por la tarde está muerto. Nosotros innovamos con Tinder, pero sabíamos que teníamos que seguir innovando y qué mejor hacerlo con los retoños de nuestro trabajo. Genera, además, un engagement nivel Dios», afirma Pat Queen, vicepresidente de innovación.
Queen explica que el programa académico es coherente con los valores de la marca. En esa medida, se les inculca a los niños herramientas para que puedan ser exitosos en Internet y, en particular, en la misma Tinder. «Aprenden a tomarse fotos en ángulos muy particulares para parecer mucho más atractivos de lo que son, a dejar claro que están por la defensa de los animales, que son alérgicos al gluten y a escribir biografías en muy pocos caracteres que los hagan ver emprendedores pero melancólicos y, por ende, interesantes, todo a la vez. Esto último también les sirve mucho para Twitter».
El representante de la marca evadió la pregunta sobre si esta nueva línea de negocio fue la causante del abrupto fin del joint venture con la multinacional de preservativos Today.
«Colombia es un key player para nosotros. Es potencia de Tinder y, en consecuencia, será el primer país de Latinoamérica que tendrá Tinder Gardens», concluyó.