A los visitantes que por estos días llegan a Bogotá con motivo de eventos como el Festival de Teatro, el concierto de los Rolling Stones y el Festival Estéreo Picnic se suman unos muy peculiares que han llamado la atención de todos aquellos con los que han interactuado.
Se trata de por lo menos una centena de foráneos, la mayoría de países como Holanda, Dinamarca y Suecia, adeptos de una nueva modalidad de turismo que busca deleitarse con episodios puntuales de colapso urbano. Atraídos por un voz a voz en su gremio que cada vez se hace más fuerte, aterrizaron esta semana en la capital para ser testigos de primera mano del monumental trancón que se forma en la Autopista Norte con motivo del festival musical de marras, que tiene lugar en esta vía a la altura de la calle 222.
«Le llaman turismo pornomiseria y es un punto medio entre el turismo sexual y el turismo extremo. Los mueve el morbo por ver crisis y colapso generalizado, algo que los impacta dado que vienen de países donde todo funciona. Que seres humanos tengan que desperdiciar hasta cuatro horas en su vehículo para desplazarse apenas diez kilómetros los descresta y pagan por venir a verlo», afirma uno de los organizadores de los paquetes turísticos que también incluyen visita guiada al deprimido de la 94.
La observación de dicha congestión la harán a bordo de un helicóptero, dado que ninguno está dispuesto a hacer presencia in situ. «Una cosa es ser excéntrico y otra, muy distinta, es ser masoquista», aclaró el empresario.