Publicado el por en Judicial.

La catastrófica baja de los precios del petróleo ocasionada por la drástica reducción de demanda energética global que propicia el coronavirus, ha llevado al Ejército de Liberación nacional, ELN, (caracterizado por la piroctenia y explosión de oleductos, según consta en su Certificado de Cámara de Comercio) a definir una nueva hoja de ruta, con el macro objetivo de mantener a salvo los empleos de todos los miembros de su cadena de valor: cabecillas, unidades de explosivos, soldadores de tubería gruesa, ambientalistas y periodistas especializados en orden público. Se trata de incursionar en la voladura de acueductos.

“No hablamos de innovar por innovar, sino de traer un poco de bienestar en medio de la crisis. Por eso, desde ahora, los mejores empleados del mes con la mejor dinamita, se dedicarán exclusivamente a hacer volar por los aires los tubos de los acueductos rurales. No queremos que nadie se quede sin trabajo, sea del establecimiento o de la insurgencia, del sector primario o del secundario, empleado de nómina o prestador de servicios. Aquí hay que ser empático, hermano. Y esto sin duda será un Boom”, manifestó alias Simón Cataplum (D.Eng., Isis University).

Sin embargo, toda nueva acción estratégica en cualquier organización presenta desafíos. En el caso del ELN, será encontrar los acueductos, pues como dice Cataplum: “No es que estén enterrados, sino que, simplemente, muchos municipios colombianos, todavía no tienen acueducto.”

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