Confusión entre los funcionarios de la ONU responsables del proceso de dejación de armas de las Farc ha causado la aparición entre los arsenales de distintas zonas veredales de varias decenas de raquetas matazancudos.
Dicho artefacto era desconocido para la totalidad de verificadores por lo que la primera reacción fue de desconcierto. «Muchos, sobre todo los de origen europeo, sin entender nada, las registraron como raquetas contundentes de paddle tennis», asegura una fuente que ha sido testigo del proceso. En algunos campamentos los mismos subversivos por iniciativa propia han dicho que como su compromiso con la dejación de armas es total decidieron también entregar dichos artefactos, a los que calificaron como «punta de lanza de la guerra paralela que las Farc-EP libraron contra el paludismo».
Además de dichas armas, en los contenedores también han aparecido cañones de guadua, caucheras gigantes, bodoqueras de fabricación checoslovaca, machetes de fabricación antioqueña y abundantes voladores. En la zona de Montañita se registró también una caja de anillos, aparentemente utilizada para amedrentar unidades policiales.
Una vez conocido el hecho, el senador del Centro Democrático, Ernesto Macías, recordó el compromiso «longevo e inquebrantable» de dicho partido con los zancudos colombianos y su férrea defensa de los derechos fundamentales de los insectos, asunto que, asegura, además ocupa todo un capítulo del ideario de la colectividad. «De tal manera que no hay nadie con mayor autoridad moral que nosotros para denunciar la impunidad en que quedarán por cuenta de este acuerdo entreguista de farcsantos los múltiples delitos de tortura, homicidio y desaparición cometidos contra esta minoría indefensa».
Y aunque distintos colectivos animalistas militantes de la izquierda democrática en el pasado han adelantado recolecciones de firmas para impulsar un proyecto de ley de iniciativa popular para prohibir definitivamente estos «instrumentos de sevicia y barbarie que causan un sufrimiento indecible en nuestros hermanos zancudos» esta vez vez han preferido guardar silencio.