El Presidente de Colombia, Iván Duque Márquez, escribió en días pasados y como buen colombiano su carta al niño Dios. En la misiva le pide al Dios humanado, cuya fecha de nacimiento está programada para el próximo 25 de diciembre, una serie de regalos y deseos que su gobierno necesitan.
Este medio tuvo acceso a la polémica epístola que el mandatario firmó como Niño Dios y no como jefe del Ejecutivo, haciendo que sus hijos, al poner la carta en el pesebre, se hayan enterado de quién realmente trae los regalos en la Navidad.
Reproducimos a continuación la carta:
Bogotá, 16 de diciembre de 2019
Benignísimo Divino Infante
Jesús de Nazaret
La Ciudad.
Apreciado neonato.
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijisteis a la Honorable Representante, Doctora Paloma Valencia del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos vuestros devotos del Centro Democrático, estas palabras tan consoladoras para nuestra colectividad agobiada y doliente: «Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado».
Llenos de confianza en vos, ¡oh Jesús!, que sois la misma verdad, vengo a exponeros toda mi miseria. Ayúdame a terminar el gobierno y conseguir la gracia que necesita mi mandato.
Concédeme por los méritos infinitos de vuestra infancia, la suerte de la cual necesito tanto. Me entrego a vos, ¡oh Niño omnipotente!, seguro de que no quedará frustrada mi esperanza, y de que, en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis y despacharéis favorablemente mi súplica.
Atentamente:
Iván Duque Márquez
Niño Dios.
Como es comprensible, el error al final de la carta ha suscitado toda suerte de burlas entre los amplios sectores que hoy critican al gobierno colombiano, con alguna molestia, no menor, en el seno mismo del partido del gobierno, donde se rumora que “Es una falta gravísima y de gran arrogancia, el hecho de compararse con Dios, pues todos sabemos que el ungido, el consagrado, el verdadero Mesías es otro y nada más que ÉL”.
