Como una forma de facilitar los trámites que los colombianos deben hacer desde que nacen hasta que mueren, la Registraduría Nacional del Estado Civil anunció cambios en el tamaño de las cédulas expedidas a partir de 2018.
A partir del primero de enero, las cédulas medirán un 50% más que las actuales, con lo que desaparecerá para siempre el requisito de fotocopiar la cédula al 150%.
«Todo hace parte del decreto 19 de 2012, conocido como «Ley antitrámites», que no ha logrado simplificar la vida de los colombianos tanto como esperábamos», comentó el registrador Juan Carlos Galindo. Las cédulas tendrán un ancho de 14,25 centímetros y tendrán la misma información que las que circulan ahora.
Un estudio independiente determinó que, a lo largo de la vida, un colombiano promedio saca una fotocopia ampliada por las dos caras cada 15 días, lo que le puede representar en total hasta $660.000. El mismo estudio encontró que nadie sabe por qué es necesario ampliar las cédulas. La Ocde fue enfática en que este requisito no está en la lista que le proporcionó al gobierno colombiano.
Algunas empresas fabricantes de billeteras y vendedores de fundas plásticas para documentos se han adelantado al cambio y ya ofrecen modelos «al 150», aptos para cargar las nuevas cédulas. Lo propio están haciendo los fabricantes de ropa, que lanzarán prendas con bolsillos extragrandes, pues en Colombia es posible ser detenido si no se carga la cédula -ampliada al 150%- las 24 horas del día.
Además de los ciudadanos, que deberán pagar 50% más por un duplicado, los más perjudicados serán los negocios de fotocopiado, pues cobrarán las copias sin el costo de la ampliación. «Esperamos que no les de por hacerlas de una sola cara, porque nos quebramos», manifestó un operario de café Internet.