Publicado el por en Política, Tecnología, Tendencias.

El auge de las imágenes digitales en tercera dimensión como herramienta de gestión pública tiene cada vez más efectos, algunos sorprendentes.

Un estudio publicado hoy por la Facultad de Ciencia Política de la Universidad de los Andes, con base en encuestas presenciales y grupos focales en 300 municipios a lo ancho de la geografía nacional reveló que una rueda de prensa con la respectiva presentación de un «render», como se le conoce a estos trabajos gráficos, genera el mismo grado de satisfacción con la gestión de los gobernantes que otrora producían las inauguraciones con cinta, papayera y placa conmemorativa.

«Antes de que existieran todos estos recursos, a los gobernantes no les quedaba más alternativa que hacer obras para poderlas inaugurar y así aumentar su popularidad. Pero ahora estas herramientas tecnológicas les han permitido acortar el camino, encontrar un atajo y ahorrarse todo el desgaste de la licitación, la ejecución de la obra con sus contratiempos y molestias para la gente y simplemente pegan anuncio y render y con eso consiguen el mismo botín en términos de imagen favorable», explicó el profesor Esteban VanHummen, director de la investigación.

«Recogimos testimonios que son, en el mejor de los casos, llamativos, por no decir alarmantes. Gente que le pide a los aspirantes que visitan su barrio un ‘render del hospital que necesitan’ o uno ‘de cómo se vería la avenida principal que está llena de huecos'». Los niños anhelan uno de un parque, pero no les importa que finalmente no lo construyan «pues al fin y al cabo se la pasan es pegados al play».

El académico citó el caso de un habitante de Valledupar que dice añorar a un alcalde porque les llevó «un tronco’e render» de cómo se vería un estadio multipropósito con centro de convenciones, piscina e incubadora de emprendedores. En el lote dispuesto para tal obra, hoy pastan seis semovientes. Otros en Pereira identifican a un ex gobernante por el «puente ese que hizo tan bacano», ignorando que se trató de un proyecto que nunca alcanzó a concretarse. «Es preocupante, pues el siguiente paso es elegir a un holograma, a un muñeco de látex o a un delfín».

Por último, citó como el ejemplo más abrumador un grafiti encontrado en el centro de Bogotá que dice «Alcalde: más renders, menos obras».

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