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La reciente decisión de levantar la veda existente sobre la caza del caimán aguja en el departamento de Córdoba prendió todas las alarmas sobre el riesgo que podría cernirse sobre el hombre caimán.

‘Él no es aguja-aguja, él es aguja-puya, pero no importa, los cazadores no se fijan en que es el único reptil con guayabera y lo pueden ir levantando por que ya se visibilizó demasiado’, aseguró un conocido suyo de ‘El Banco’, Magdalena.

Conscientes de lo trágico que sería que un referente del folclor caribe como Álvaro Lemmon terminara de manera tan lamentable sus días, distintas fuerzas vivas de la región con apoyo gubernamental han dispuesto la construcción de un hábitat especial para que viva y en el que no se permita el ingreso de cazadores.

Maria Matilde Botero-Trösghsberg, bióloga a cargo del proyecto lo describió en estos términos:

‘Lo hemos estudiado en los últimos días para saber bien cuáles son sus rutinas diarias y sus necesidades. Vemos que además de acostumbrar dedicar varias horas en la mañana a exponer su abdomen al sol con el fin de calentar su torrente sanguíneo -labor en la que suele recurrir a coadyuvantes fruto de su prolongado contacto con el hombre como lo que es el ron tres esquinas- es también muy dado a atraer hembras de la misma especie con cantos rítmicos para posterior apareamiento, el cual suele ocurrir en espacios cerrados. Antes, de joven podía ser indistintamente a cielo abierto o bajo techo pero como ya lleva tantos años de permanencia en lo que son los hábitats urbanos como tal entonces pareciera que este comportamiento ya varió definitivamente sobre todo a partir de un episodio confuso en un parque hace unos años en Bogotá’.

Luego añadió: ‘Es importante prever que no obstante tantos años en ciudades, escenarios y parrandas el hombre caimán sigue teniendo ocasionales pulsiones salvajes, como dice mi hijo, se pone reeeelokooo y pues por ese motivo se le proveerá de practicantes para que con ellos se desahogue’.

Trascendió así mismo que el parque temático Ciudad Reptilia, en Melgar, había ofrecido hospedarlo a perpetuidad, pero los conservacionistas recomendaron no hacerlo pues podía quedar expuesto a ser contratado en shows en los que un domador mete la cabeza entre sus afilados dientes.

El hombre caimán es conocido por su participación en Sábados Felices y, como recuerda el periodista Nicolás Samper, admirador de Lemmon: «por varios discos caracterizados por profundos riffs de guitarra. Canciones como «Chiquiriquichácara», «Chacunchá cucuchún cunchá» o «Rácaraca chíquiri» le han valido toda clase de reconocimientos internacionales. Por esto y por tantos éxitos que vendrán hay sin duda que protegerlo».

Las autoridades ya han alertado también a su colega Noel Petro en caso de que sea levantada la veda a la cacería de burros.

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