Una virtud hasta hoy desconocida de la Justicia Especial para la Paz promete asegurarle nuevos defensores entre los jóvenes del país, en particular entre los que se encuentran en situación de vagancia.
Según declaró su secretario, Néstor Raúl Correa, «es perfectamente viable que jóvenes estudiantes que pierdan el año -en el caso de primaria y bachillerato- o semestres -en el caso de estudios universitarios- recurran a ella, es una manera acordada en La Habana de familiarizar a las nuevas generaciones con el posconflicto».
En lo que sí fue enfático Correa es que los postulados deben explicar de manera satisfactoria la relación entre su fracaso académico y algún conflicto, así como en que el perdón del mencionado fracaso estará sujeto a que digan toda la verdad sobre su causa.
«Por ejemplo, un joven que todas las mañanas tenía un conflicto con su hermano porque se gastaba toda el agua caliente y por eso llegaba tarde a clase, razón por la cual perdió el año es bienvenido en la JEP. Eso sí, tendrá que reconocer que también se quedaba jugando play donde un amigo vago y que más de una vez entro ‘tripeado’ a clase», explicó.
La medida ha sido calificada por observadores como una «astuta jugada» para desintegrar las juventudes del Centro Democrático.