Esta mañana, los habitantes de Bogotá que circularon por la carrera séptima, una de las principales arterias de la ciudad, se encontraron con que habían sido pintadas tres líneas adicionales en cada sentido. Son más de 10 kilómetros de señalización en una sola noche, desde la calle 26 hasta la 106.
En los últimos días de su mandato, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, ha recibido duras críticas por el incumplimiento del Plan de Desarrollo. “Esta es otra chambonada de Petro, que cree que todo se arregla con pintura y calcomanías, como las del Sitp provisional”, comentó el concejal Roberto Palacios, recién elegido.
Según publicó el mandatario en Twitter, se duplicó mágicamente la capacidad de la vía: “Bogotá se da el lujo de tener la primera autopista de 12 carriles. Otro logro de la #bogotahumana”.
En otro tweet, Petro hace cuentas, multiplicando los carriles por la extensión de la obra: “120 kilómetros de vías. Casi la distancia entre Bogotá y Tunja”.
A pesar del tono triunfante del alcalde, circular a esta hora por la séptima es imposible, pues, como es obvio, cada carro termina ocupando dos carriles. Hasta para las motos ha sido imposible movilizarse y los choques simples no se han hecho esperar.
«Si Peñalosa fue y será el alcalde del concreto, Petro es el de la pintura. No todo se arregla con pintura, quisiera saber de quién es Pintuco», comentó, por último, el excandidato al máximo cargo de la capital, Rafael Pardo.