Publicado el por en Bogotá, Elecciones 2018.

Un hecho que algunos califican como sobrenatural se habría dado ayer al medio día, horas antes del multitudinario discurso de cierre de campaña de Gustavo Petro en la Plaza de Bolívar, en Bogotá.

Según testigos, el candidato del movimiento Colombia Humana tenía que cruzar la avenida Jiménez a la altura de la carrera séptima, cuando se percató de un inmenso charco que le impedía el paso.

Preocupados por el posible deterioro de su único par de zapatos, los escoltas le propusieron levantarlo en brazos para cruzar, pero Petro los hizo seguir adelante.

Lo que ocurrió enseguida dejó boquiabiertos a los transeúntes. El candidato se acercó a ellos caminando sobre el charco. Cuando sus discípulos lo vieron caminando sobre el agua, quedaron aterrados.

―¡Es un fantasma! —gritaron de miedo.

Pero Petro les dijo en seguida:

―¡Cálmense! Soy yo. No tengan miedo.

Luego, una multitud se acercó para aclamarlo y tomarse fotos con él. Todos ellos se mojaron los pies, pero los Ferragamo del candidato estaban completamente secos.

Más tarde, frente a una plaza llena a reventar, cuando el candidato empezó a hablar en parábolas acerca de amarse los unos a los otros, la multitud lo aclamó como a un verdadero mesías y algunos afirmaron haberse curado de algunas dolencias menores. Entre la masa corrió el rumor de que no duerme y de que jamás en la vida le han devuelto una cuenta de cobro.

Una petición en Change.org, que cuenta ya con 23.000 firmas, ha empezado a pedir la beatificación del candidato. Queda por verse si, por el momento, San Gustavo logra el más difícil de los milagros: ganar las elecciones.

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