La cada vez más frecuente necesidad de ordenarle a todos los habitantes de la capital que regresen a sus hogares condujo a la alcaldía a contratar la instalación de un poderoso timbre tipo colegio de última tecnología en el cerro de Monserrate. Su sonido se podrá escuchar desde cualquier rincón de la capital, incluido el páramo de Sumapaz.
Así, desde mañana, el timbre sonará cada vez que comience o finalice una cuarentena, un toque de queda o que la alcaldesa vea que la gente está muy vaga y crea necesario un madrugón.
Se accionará desde un moderno interruptor ubicado debajo del escritorio de la alcaldesa, Claudia López.
En una fase siguiente del proyecto, los bogotanos podrán descargar en una celular una aplicación para que su aparato suene y vibre a la par con el timbre de Monserrate.
«Cada vez que hay toque de queda o cuarentena light, regular o gold es un problema para que la gente sepa cuándo y a qué horas tiene que guardarse, ya no sirven ni los comunicados, ni los tuits ni los pregones ni nada. Por eso vamos a regresar a lo básico: un timbre, la mayoría de bogotanos y bogotanas han ido al colegio y por lo tanto tienen muy claro que cuando suena el timbre y están adentro, pueden salir y que cuando están por fuera y vuelve a sonar, pues tienen que guardarse, no es más, sencillo», explicó un funcionario de la administración distrital que pidió reserva de su identidad.
El timbre hace parte de un paquete de medidas nuevo que incluye también habilitar rincones de la vergüenza en los CAI y darle facultades a la alcaldesa para sancionar con palmadas pedagógicas y simbólicas a los ciudadanos indisciplinados.
«Sabemos que el camino es el de la autonomía, el del ejercicio responsable de las libertades individuales, pero estamos en Cundinamarca, no en Dinamarca y en Cundinamarca en pandemia, para rematar, mihermano. Así que toca tupirle al conductismo», concluyó la alcaldesa, Claudia López.