En una encrucijada se encuentra el senador del Polo Democrático Jorge Robledo ante la inminencia de la campaña por el «Sí» a los acuerdos de paz. Así como está fuera de discusión el respaldo suyo y de su partido, el Polo Democrático, a dicha opción, es claro que esta orilla es absolutamente inhóspita para el parlamentario.
«Está a esta hora en su casa, pobre. Yo que lo conozco desde hace treinta años nunca lo había visto tan ‘cabezón’ por tanta ‘pensadera'», aseguró una allegada. «Tocará paso a paso, para que no sea tan traumático. El lío es que la campaña es ya y de afán. Ya le tengo aquí apartaditas dos tardes a la semana para unas terapias de lenguaje. Por ahí se empieza».
Conocido por sus férreas posturas de rechazo a cuanta iniciativa se le cruce en el camino, Robledo tendrá exigirse al máximo en esta oportunidad. Será todo un desafío, toda vez que, según expertos, personas como él deberán abandonar, así sea temporalmente, su sistema operativo neuronal con base en no para adoptar uno con base en sí.
«Todas las mañanas cuando le pregunto que si le llevo el tintico él me dice no es que no tenga ganas. Entonces yo ya entiendo que es que sí», complementa la fuente. «Entiéndanlo, es que es toda una vida dedicada al no…»
«Todo un reto, mis respetos si lo logra», afirmó, por su parte, un reconocido neurólogo que pidió reserva de su identidad. «Mire: es como si usted toda la vida ha trabajado con Linux y lo ponen de buenas a primeras a lidiar con un Windows, y no cualquier Windows, un Vista. Las probabilidades de que se enloquezca son altas. Mi consejo para Robledo, a quien, pese a que yo soy de derecha y creo que a las Farc toca es darles plomo, respeto porque es serio, es que más bien se tome unas vacaciones o que se de un golpe duro, que pierda el conocimiento a ver si de casualidad vuelve en sí y no en no, como le suele pasar», concluyó, con algo de humor, el galeno.