Por fin salieron a flote las razones por las que el jefe del temido Clan del Golfo quiere someterse a la justicia. En entrevista concedida a Veymar Estéreo, emisora del municipio de Turbo, Antioquia, expuso la que sería la principal razón de su decisión: «me dejé tentar, ser contratista me da los mismos o más ingreso y con la comodidad de estar en la legalidad».
«Nadie me va a perseguir, si acaso me llamarán de la W una mañana y a alguien le dará por referirse a mí como ‘polémico empresario’, pero no más, no se compara con el azore de la vida del bandido, en que hay que desconfiar, correr, cuidarse la espalda, tomar precauciones a toda hora. Eso es muy cansón para uno a esta edad, y muy costoso».
Afirmó que en una noche de luna, en su escondite en la selva del uraba antioqueño se puso «a echar números» con contabilidades de polémicos contratistas con fuertes nexos con gamonales regionales del país. «Hice una comparativa y no hermano, ahí fue que miré al cielo y me dije ‘qué pasó pa-pá, te vi quedado en la manigua, andá, corré p’al Poblado mijo'».