En las carreteras de Tour de Francia, especialmente en los últimos kilómetros de cada etapa, es frecuente ver un buen número de fanáticos colombianos esperando el paso de la caravana multicolor para apoyar a nuestros ciclistas.
Gracias a los buenos resultados de Quintana Urán, Anacona y compañía, se ha vuelto costumbre ver banderas colombianas, gorros de arlequín y camisetas de la selección de fútbol al lado y lado de la vía, pero este año, sorprendió en medio de la subida al mítico Tourmalet , la presencia de un vehículo Renault 4 modelo 82 de color amarillo y placas de Chía que, con la puerta del baúl abierta, ofrece a franceses y turistas de todo el mundo una porción de merengón de guanábana, a 1 Euro o a $3000 pesos, según el cliente.
Gladys Muñoz propietaria del negocio, comentó las ventajas de salir a las carreteras francesas en busca de clientes: “Mire, acá somos la sensación: los franceses que saben de gastronomía se mandan de a dos porciones y no piden rebaja, mientras que el cliente colombiano es más bien chichipato. Además, acá la policía no jode; no me han pedido ni el soat, ni la revisión tecnomecánica, ni la tarjeta de propiedad, ni mucho menos el Invima de los merengones. El francés deja trabajar y por eso es que vive en un país desarrollado.”
Gladys y su hijo Luis Álvaro, que conduce la camioneta y se encarga de dar las vueltas, piensan seguir con el negocio en otras carreteras y en otros deportes. La meta para el 2016 según Luis Alvaro, es llevar la camioneta a los Olímpicos de Brasil, y, ¿por qué no? estar en la línea de meta del maratón o de los 100 metros planos.