Publicado el por en Bogotá, Cultura.

Una nueva propuesta con potencial para generar controversia planteó hoy el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa.

Ante las dudas sobre el futuro de la Cinemateca Distrital, sugirió que podría ser más barato, y que cumpliría la misma función,  subsidiar suscripciones al servicio de contenidos audiovisuales por demanda, Netflix.

«Una suscripción a Netflix cumple las mismas funciones de una cinemateca y es más barato», aseguró.

«Además, tiene la ventaja de que lo que ahí se encuentra ya ha pasado por un filtro de calidad, no hay riesgo de encontrar peliculitas bucólicas, ni la obra completa de Kurosawa, de Bergman, Andrés Burgos, ni películas checas donde un tipo se cepilla los dientes durante media hora mientras saca los estudios de un metro,  ni mamertadas de Eliseo Zubiela,  que podrán ser películas muy artísticas, muy trascendentales, muy lo que quieran, pero que dejan a los jóvenes sumidos en la reflexión y la melancolía, todo lo contrario a lo que necesita Bogotá de su juventud, llamada a ser motor de innovación. Necesitamos millones y millones de niños viendo Bob el constructor, el Lobo de Wall Street o aprendiendo de la tenacidad y resilencia de Daniela en ‘Padres e hijos‘. Incluso estamos contemplando la viabilidad de hacer un largometraje en una APP con Netflix,  que sería una versión de la muy conocida película  «Speed»,  pero rodada enteramente en un articulado que va a máximo 40 kms por hora. De hecho las conversaciones  van muy adelantadas, tanto es así que a Juan Ángel ya lo tenemos para que haga el papel que hizo Keanu Reeves».

Añadió que otra virtud de Netflix es que el 99% de sus contenidos son producidos con recursos del sector privado, «lo que garantiza de entrada que su carga y reproducción en los distintos dispositivos es mucho más eficiente, nada que ver con esos rollos de películas hechas con dineros públicos que, como todo lo público, son pesados y su proyección está llena de enredos y trabas – como también su rodaje (risas)-«.

Del mismo modo, el Alcalde Peñalosa se basa en lo anterior para sustentar la no construcción de la sede de la Orquesta Filarmónica. «Para qué Filarmónica si tenemos Spotify que te pone la canción que quieras y cuando quieras. A mí por ejemplo me encanta poner en mi Iphone El Vuelo del Moscardón de Korsakov para subir a patios – tú sabes, la falta de títulos no me quita lo cosmopolita-. Además, ¿se han fijado en lo que cuesta un violín o un clarinete? Con lo que vale un juguete de esos podemos comprar cientos de guayas y chumaceras para los transmilenios», concluyó.

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