Un memorando de la Cancillería fue el medio que utilizó el Gobierno para notificarle a su embajador en Washington, Francisco Santos, que a partir de la fecha deberá mantener activada la función de compartir ubicación en tiempo real del servicio de mensajería Whatsapp.
Esta decisión se tomó tras los múltiples aprietos en los que el inquieto funcionario ha puesto a la Casa de Nariño en apenas una semana que lleva en el cargo. El episodio más sensible fue que protagonizó cuando planteó como viable la opción de una intervención militar en Venezuela. Luego sus allegados explicaron que ese día había pasado toda la mañana fascinado con el MOD «Venezuela CastroChavista» del popular juego de tiroteos Overwatch y que como todos saben tras varias horas entregado a realidades virtuales suele tener algunos problemas ‘para volver a enganchar cien por cien’ con su entorno.
Un funcionario de la sede diplomática que pidió reserva de su identidad describió en estos términos el panorama:
«Lo necesitábamos el miércoles para un coctail con la gente de Procolombia y los empresarios gringos y se nos metió a cine; teníamos revisión de agenda antidrogas con la gente de la DEA y que no, que camine para un outlet que acaban de inaugurar; que Pacho venga que los de la embajada de Israel que son parceros pasaron a tomarse un tinto y este que no, que estaba en una jugarreta de Play y que ‘ni de fundas se le medía a ese bodrio'».
Como un retiro prematuro de su representante representaría para Colombia un enorme costo en términos del buen ambiente que está obligada a mantener en la relación binacional, la Cancillería tomó esta determinación sin el visto bueno del presidente, Iván Duque, como es de rigor.