Muy molesto se le vio esta mañana frente al edificio de la sede principal de las Naciones Unidas en Nueva York al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro de Alcocer.
“La idea era convocar a los líderes mundiales más importantes: el papa Francisco, Obama, Putin y, por supuesto, Petro, pero no invitaron a Petro”, afirmó Petro.
“Ninguna decisión que tomen allá adentro esas mafias de presidentes puede ser válida sin mi presencia, porque yo soy la luz –solar- del mundo, el elegido para detener el cambio climático”, acotó. “Definitivamente no saben quién soy yo”.
Bajo el brazo, el burgomaestre cargaba una carpeta con renders de todas las obras y acciones de su administración contra el calentamiento global, destacándose el tranvía eléctrico de la carrera séptima, la flota de buses articulados eléctricos del sistema Transmilenio y las plantas de reciclaje del programa basura cero. Más que promocionar estas, tenía la intención de promover la política de muchos renders, cero obras contra el calentamiento global.
“La gente ya prefiere las recreaciones digitales a las obras, políticamente te dan los mismos votos con la ventaja de que estas cuestan una centésima parte y de que no gastas ni un milímetro de gasolina o cualquier otro recurso no renovable. Olvídate de volquetas, materiales y maquinaria en general. Esa ha sido nuestra estrategia revolucionaria, repito, revolucionaria contra el cambio climático que hoy quería exponer aquí ante mis pares”.
Ante la imposibilidad de ingresar al recinto en el que tiene lugar la asamblea general de la ONU el mandatario capitalino decidió alquilar el balcón de un edificio aledaño para, desde ahí, pronunciar su discurso. “Lo haré frente a toda esa multitud popular que ves ahí, y que está ahí junta porque yo estoy, de lo contrario todas estas calles estarían vacías”.
