El uso del bisturí con fines estéticos sigue dando de que hablar. Ahora por cuenta de la última moda entre varones que dan gran importancia a su apariencia: cortarse la manzana de Adán.
“La manzana de Adán fue durante años símbolo de una forma de ser masculina que hoy hace parte del pasado. Era la del macho latino, el del `pelo en pecho y espuma al orinar’. Era ese hombre burdo, patán, que no le prestaba ninguna atención a su apariencia pues creía que con la testosterona bastaba y sobraba”, afirma Kevin Jiménez, cirujano estético precursor de esta nueva intervención.
“La sociedad ha evolucionado y las masculinidades también. Hoy estamos ante una forma de habitar el cuerpo masculino, del ser varón, mucho más abierta a su torrente hormonal, más dada a expresar sin temor al que dirán sus emociones y presta, si las circunstancias lo ameritan, a redefinir sobre la marcha su sexualidad”, complementa Santiago Ruiz-Gómez, director del programa de Estudios Culturales de la Universidad del Valle.
Hasta el momento, intérpretes del género urbano, patinadores artísticos y auxiliares de vuelo son los gremios que predominan en la lista de clientes del doctor Jiménez, sin embargo se espera que muy pronto corredores de bolsa, ingenieros e incluso congresistas de tendencia metrosexual se dejen contagiar por esta tendencia.
Suprimir partes del cuerpo con fines meramente estéticos es una tendencia en boga hoy en el mundo. El año pasado la noticia de que los jóvenes japoneses se estaban quitando las uñas de los dedos de las manos dio pie a una encendida polémica a nivel mundial.
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