Don Ramón golpeando al Chavo, el Chavo maltratando al señor Barriga, la Chilindrina pellizcando a Kiko e incluso los escarceos románticos entre el profesor Jirafales y Doña Florinda son escenas de este legendario programa que han dejado huella imborrable en la memoria de millones de latinoamericanos y que hoy son motivo de controversia en Estados Unidos.
Parents Concerned Against Bullying, una ONG que lucha contra el matoneo y que en años recientes ha alcanzado gran influencia en círculos del poder en Washington lidera una cruzada que cada vez cosecha más respaldos contra el programa que fuera creado por Roberto Gómez Bolaños en la década de 1970 y que todavía hoy se mantiene vigente: 91 millones de televidentes la ven a diario, un porcentaje importante de ellos en el país del Norte donde figura en la parrilla de varios canales dirigidos a este segmento de la población.
Según un vocero de PCAB, «es absolutamente inaceptable que nuestros niños tengan que presenciar a un adulto desempleado y perezoso golpeando sistemáticamente a un menor», en alusión a Don Ramón (Ramón Valdés) y al Chavo (RGB). «Tampoco pueden ser tolerables las imágenes de dos infantes golpeándose salvajemente a puños en pleno siglo XXI», afirmó en alusión a las frecuentes peleas a trompadas entre el Chavo y Kiko (Carlos Villagrán).
A las voces de rechazo se sumó el colectivo Empowered Women for a Fair TV, que ha rechazado la línea dramática de la que hacen parte el Profesor Jirafales (Ruben Aguirre) y Doña Florinda (Florinda Meza). Meryl Crowl, su presidenta fue tajante: «No me cabe en la cabeza que luego de tantos años de lucha y de conquistas en materia de igualdad de género todavía tengamos que ver en este país a un macho patriarcal cortejando como burdo pavo real exhibiendo su ciencia imperialista como carnada para atraer a una mujer, madre soltera, por cierto, que aquí es cosificada, reducida a un pobre estereotipo que no queremos que las niñas de familias latinas adopten como referente».
Esta postura ha sido respaldada por la American League Against Tobbacco, que, según su secretario adjunto, Thomas Walter, no tolera «que este señor con apellido de animal fume tabaco delante de sus alumnos en pleno salón de clase. Esto es algo cavernario», afirmó con gran enfado.
Al coro se unió Marc McMuffin de la American Association for Responsible Consuming quien apuntó sus dardos contra Don Ramón y sus constantes negativas a pagar los 14 meses de renta que le adeuda al Señor Barriga (Édgar Vivar): «Todo está mal por dónde se le mire, nosotros promovemos que desde pequeños se le enseñe a los menores a un consumo responsable, promovemos la importancia de la puntualidad en el pago de obligaciones y lo que este hombre enseña es fatal, apunta a los cimientos mismos de la sociedad de mercado. Tampoco podemos avalar la actitud complaciente del señor en condición de obesidad, él debería ser severo, mucho más severo, envía un mensaje nefasto de tolerancia y paternalismo con quienes se atrasan en sus pagos que, tememos, adopten presidentes de países en vías de desarrollo a la hora de pagar su deuda externa».
Vale anotar que en días pasados un colectivo de ONG que lucha contra el trabajo infantil también llamó la atención frente al hecho de que con mucha frecuencia en esta producción se puede apreciar al Chavo en labores como la venta de aguas frescas, «que claramente no son propias de su edad».
Y la artillería no termina. «Hemos detectado además discriminación contra las personas dedicadas a las artes mágicas. Hay una señora que pertenece a esta minoría a la que permanentemente tachan de ‘bruja’, ignorando que la palabra es poder, que con un término despectivo puedes aniquilar todo un proyecto de vida», complementó el vocero de PCAB en alusión al trato que en el programa recibe «la Bruja del 71» personaje intrepretado por la actriz, ya fallecida, Angelines Fernández.
Como se puede ver, no es muy halagador el panorama para Roberto Gómez y el canal Televisa, dueño de los derechos y que tiene en el público de habla hispana del país del Norte un nicho fundamental en su plan de expansión. Recordando a otra creación de este genial dramaturgo, seguramente a esta hora se están preguntando: «Oh, ¿y ahora quién podrá ayudarnos?».
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