En un hecho que no se reveló a la prensa ni a la opinión pública pero que confirmó este medio a través de varias fuentes, se confirmó que en su visita al país el Papa Francisco exorcizó a 4.500 conductores del Sitp que habían sido diagnosticados por la oficina de recursos humanos del sistema masivo de transporte como “poseídos por malos espíritus en su cuerpo”.
Se conoció que la ceremonia secreta se realizó en el Palacio de los Deportes, a donde el Sumo Pontífice y el Alcalde llegaron en taxi ‘zapatico’ y sin escolta para pasar desapercibidos. “Esa noche todos los choferes llegaron rabiando, con los ojos desorbitados y haciendo sonidos guturales raros, unos echando espuma por la boca, igualito como cuando van manejando”, dijo Claudia Puentes, vendedora de mazorcas asadas del sector Salitre.
El ritual se celebró en latín y fue breve dada la apretada agenda del Papa Francisco. De acuerdo con otro de los testigos, fue muy efectivo porque en primera instancia prácticamente todos los asistentes negaron estar poseídos, lo cual es una señal inequívoca del mal, la negación. Aunque hubo manifestaciones extravagantes propias de entes malignos durante la liturgia del exorcismo, como hablar en lenguas, esa información se mantiene en reserva. Uno de los presentes, dice alguien que estuvo en el lugar, repetía «‘transferencia realizada’ en arameo una y otra vez, ad infinitum«
«No queríamos hacerlo público pero la Administración del alcalde Enrique Peñalosa adoptó todas las medidas necesarias con el decreto 458 para que el papamóvil no fuera impactado por alguno de nuestros buses azules, así que retiramos de circulación a los que más pudimos”, dijo Alexandra Rojas, gerente del sistema.
La funcionaria explicó que la mayor parte de los choferes bendecidos cubrían las rutas T11, T163, C31 y 782, que atraviesan toda la ciudad, pero que increíblemente lograban hacer sus recorridos en 20 minutos. “No encontramos una explicación lógica y concluimos que con este grupo de choferes se producía algo sobrenatural, diabólico, maléfico. Los demás conductores seguirán acudiendo normalmente al psiquiatra de su EPS”, recalcó Rojas.
Gustavo García, uno de los conductores que llegó rabiando al acto, le dijo a este portal que salió curado y agradeció al Alcalde por su idea. “Esto con el Papa y las pausas activas que tendremos durante los recorridos, definitivamente nos llenan de luz y de regocijo para hacer de Bogotá lo que quiere el alcalde Peñalosa, una ciudad más humana”.
Humberto Monsalve, corresponsal