Publicado el por en Miscelánea.

Chao

¿Ya terminamos? Sí, ¿Entendieron? Sí, quedó claro, pero ese no es el tema, pásese esta tarde por mi oficina.

Con este pedido del director se cerró la reunión que marcó el final de Bruno Valenzuela, publicista que hoy denuncia haber sido fulminantemente despedido de la agencia en la que trabajaba desde hace cinco años

«Y todo porque expliqué el concepto de una campaña en dos minutos y todos entendieron ahí mismo». El afectado alega que no utilizó un solo término en inglés, que apenas pronunció «viralizar» 25 veces en ese lapso cuando lo normal es hacerlo 75 y que tampoco hizo alusión alguna a trabajos similares en Argentina que pudieran servir de referente. Afirma el profesional que haber sido claro, conciso y, sobre todo, breve, no le gustó a sus colegas.

«Me decían que quién me creía para dañarles el trabajo, que obvio que  todo el mundo sabe que una campaña o una estrategia se puede explicar en dos minutos, pero que ellos viven de los adornos que le ponen, que con eso es que llevan el pan a sus casas».

Paradójicamente, la decisión de la agencia ha contado con el respaldo de un gremio en principio bastante disímil: el de las ciencias sociales. Muchos antropólogos, politólogos y sociólogos consultados que pidieron reserva de su identidad han coincidido en que esa «modita de explicar una idea sin rodeos» puede llevar a miles de colegas directo al desempleo.

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