Como una medida para combatir el abstencionismo y la falta de identidad, la Registraduría Nacional de la República ha contratado los servicios de John Delgado, ex fotometrista de Mauricio Vargas, ex fotógrafo de la revista SOHO, para que los ciudadanos colombianos dejen de salir tan feos en la foto de la cédula.
“La autoestima, al parecer, vale más que la necesidad de registrarse legalmente en trámites y demás”, manifestó a AP Laura Arias, secretaria del director de comunicaciones de la entidad, al referirse al pudor de los votantes a la hora de extender su sagrado documento en las mesas de votación, ventanillas corporativas, tiendas de cadena y cajas de banco.
Según un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad Pablo Morillo, sólo el 7% de los ciudadanos se siente identificado con su fotografía cedular. Es un golpe bajo para la imagen personal el desaliño con el que los cedulados aparecen en el avatar del mentado documento. Por ello, la idea propuesta por Arias, en tan sólo dos semanas, ha atiborrado las instalaciones en el Centro Administrativo.
“Ahora, por fin mostraré mi cédula con orgullo. Dejaré de tapar esa foto tan guisa con el pulgar. Incluso me la colgaré como una escarapela para chicanear en sociedad. Mi célula (sic) no servirá solamente para abrir puertas” – declaró Nubia Vargas, usuaria del popular documento.
Todos los documentados han modificado su actitud a la hora de identificarse. Se sienten un poco más espectaculares e interesantes. Hay gran optimismo respecto al posible aumento de votantes inscritos para los próximos comicios electorales.
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