Conocido en todo el planeta por su inigualable olfato para los negocios, el magnate británico Richard Branson ha realizado varias visitas de incógnito al país con el único fin de incursionar en el multimillonario negocio de las fotomultas.
«Su radar es increíble, cada vez que hay un negocio que está produciendo billones en el planeta, él se entera y allá aterriza», asegura un colombiano que ha trabajado con Branson y que accedió a hablar con este portal con la condición de permanecer en el anonimato.
«Supo que las fotomultas en Colombia, sobre todo en la región caribe, estaban moviendo el triple al mes que su aerolínea y todas sus empresas de celulares. Cuando vio el ebitda de una sola de las empresas de fotomultas, la que contrató con la alcaldía de Barranquilla, dilató pupilas y salivó. Ahí es cuando Doraine, su asistente, sabe que hay una oportunidad de negocio y se pone manos a la obra». Esta nueva línea de negocio, como era de esperarse, llevará el nombre de Virgin Cam.
Al parecer, Branson ya tenía en la lista a otras ciudades del continente, pero se decidió por Barranquilla tras una proyección a cargo de su equipo de inversiones. Mientras en los otros lugares hay que destinar un porcentaje de cada multa al pago de los rigurosos estudios técnicos previos que decidieron el lugar de instalación de la cámara, en la capital del Atlántico tal paso se suprimió «porque ajá». La seguridad jurídica lo terminó de convencer. Y es que hasta la fecha no existe registro de un solo caso de una fotomulta cuyo cobro haya sido anulado tras la presentación de los recursos de ley a los que tiene derecho el conductor objeto de la sanción. Diferentes calificadoras en todo el planeta ubican a esta sanción en el mismo nivel de irreversibilidad que un tiro penalty decretado por un árbitro de fútbol.
«Eso le deja a él su 50% libre, solo tiene que descontar lo del consumo del minibar de los Char que va a llevar, como gesto de reafirmación de los lazos de amistad entre el Distrito y Virgin Group, a un vuelo de prueba del Spaceship Two, de la rama aeroespacial del conglomerado con el señuelo de que puedan desde el espacio ver cómo se ve Barranquilla sin ellos».