Publicado el por en Historia, Innovación.

Luego del éxito obtenido con la implementación del proyecto de extracción del Galeón San José, el gobierno colombiano ha decidido replicar la empresa en otros contextos arqueológicos sumergidos del país.

«Aprovechando las bondades de la Ley de Patrimonio Sumergido, en particular su criterio de repetición, ahora es posible financiar cualquier proyecto arqueológico con la venta de parte de los objetos que se hallen, pues muchos de ellos resultan ser no más que simples copias que nadie echará de menos… ¿o es que alguien conserva las monitas repetidas del Álbum de Panini?» precisó el director del Instituto Colombiano de Antropología e Historia.

Por tal razón, dicha institución ha decidido emprender un nuevo proyecto de arqueología subacuática con el fin último de seguir respondiendo a las capitales preguntas de investigación científica que trasnochan a los colombianos desde hace siglos, como: ¿qué habrá allá abajo?, ¿cuánto valdrá ese tesoro?, o el inefable ¿Cómo Voy Yo ahí (CVY)?

Tras un concienzudo estudio de prospección, factibilidad y rentabilidad, se decidió que, después del Galeón San José, la Laguna de Guatavita, -escenario ritual del mito indígena de Eldorado-, sería el yacimiento arqueológico sumergido más rico en oro con que contaría el país para financiar la investigación científica, al tiempo que para promover el desarrollo en torno al patrimonio cultural: «con lo extractado de la Laguna erigiremos un gran Museo de Talla Mundial para que en dicha vereda de Sesquilé los campesinos se dediquen a atender turistas y dejen de depender del cultivo de papa que no puede competir con la que importamos desde Canadá” afirmó el presidente, Juan Manuel Santos.

El proyectado «Museo de Eldorado», construido enteramente en oro sobre el lecho seco de la Laguna, y a pesar de no contener ninguna pieza arqueológica, se convertirá en la octava maravilla del mundo.

A pesar del optimismo y buenas intenciones del Gobierno, que ha establecido el Sector Cultural como eje fundamental de su Plan de Desarrollo “Hacia un futuro dorado”, el éxito de esta nueva empresa patrimonial dependerá de la cantidad de piezas repetidas que resulten, ante lo cual la Ministra de Cultura ya adelanta en el Congreso un nuevo proyecto de Ley para que todas las piezas orfebres prehispánicas del área Muisca dejen de ser reconocidas como patrimonio cultural, pues su denominación genérica de “tunjos” demostraría que todas son iguales: “para los conquistadores estas figuras no eran mas que falsos ídolos paganos, los cuales merecían fundirse y convertirse en laminilla de oro para decorar las iglesias… del mismo modo erigiremos un gran Museo revestido en oro, con paredes de oro, piso de oro, techo de oro… hasta con lavamanos y toilets de oro, al mejor estilo del narco-gusto nacional”, apuntó la Ministra del ramo.

Por su parte la Sociedad de Historiadores de Colombia, ha recordado que esta será también una gran oportunidad para rendir homenaje al prócer, fundador de la clase política nacional e insigne guaquero ilustrado, el General Francisco de Paula Santander, quien, hacia 1826, emprendiera –aunque sin éxito– la desecación de la Laguna de Guatavita en asocio con una compañía inglesa.

Al respecto, voceros del gobierno dieron un parte de tranquilidad al afirmar: “continuando y mejorando la obra que iniciara el General Santander, constituiremos una Asociación Publico-Privada conformada por un verdadero Dream Team de inversionistas extranjeros… !ah¡ y también con un par de arqueólogos idóneos y con su Registro Nacional al día, que asegurará el buen término y la rentabilidad de este negocio… digo, de este emprendimiento cultural”.

Ciudadanomartínez, corresponsal

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