El jefe de sicarios de Pablo Escobar, alias «Popeye», recobró su libertad en las últimas horas, pero pidió volver a ser recluido tras padecer en carne propia el hacinamiento en Transmilenio.
«Yo llevaba más de 20 años en la cárcel y creí que el hacinamiento era inhumano. Pero cuando salí y me monté a un Transmilenio, inmediatamente conocí lo que era el verdadero sobrecupo. Nunca sentí mi espacio personal tan vulnerado como dentro de esos infernales buses. Me robaron la billetera, me manosearon, no pude bajarme en la estación a la que iba y como si fuera poco, la tarjeta del SITP que me dio el Inpec como parte del kit de salida no me sirvió para entrar al sistema. Yo he estado en muchas situaciones azarosas, pero pensé bien e inmediatamente me devolví para la carcel. Al menos allá tengo 2 metros cuadrados para mi solito.» Cuenta este exconvicto que ha asesinado más de 200 personas y que tuvo su primer contacto con la cotidianidad al bajarse de la flota proveniente de Boyacá en el Portal del Norte.
El hacinamiento de las cárceles colombianas es uno de los peores del mundo, sin embargo, este hecho confirma que tales cifras palidecen ante el hacinamiento y robos en el sistema de transporte masivo de la capital.
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