Publicado el por en Innovación, Nacional, Salud y bienestar.

La recién creada subsecretaría de interseccionalidad y saberes viales no hegemónicos que depende de la también recién creada subdirección de tránsito ancestral y sostenible del Ministerio de Transporte acaba de emitir un polémico decreto.

La nueva norma obliga a que todos los vehículos que transiten por el territorio nacional incluyan en su botiquín un frasco de ayahuasca o yagé. Esta es una mezcla de dos plantas -la Banisteriopsis caapi y un arbusto conocido como chacruna (Psychotria viridis) el cual contiene el alucinógeno dimetiltriptamina (DMT).

En caso de no portarla, se establece una sanción igualmente controversial: una fuetera del agente de tránsito. Vale aclarar que esta puede evitarse, también en línea con la tradición, si el ciudadano sabe recopilar en un breve lapso 50.000 razones ancestrales para disuadir al uniformado.

“Más allá de lo que digan los fachos mojigatos de siempre, es hora de que el tránsito por las vías del país adquiera una dimensión adicional, que se aleje de las lógicas de ocio y producción del sistema capitalista que nos va a extinguir”, asegura Juana Maldonado-Oberhaff, antropóloga con maestría en descolonización de troncales, consultora del Ministerio.

“Tú vas por cualquier carretera y de repente te encuentras con un puente caído: normal. Desde tu saber colonizado, de blanquito patriarcal, es un puente caído, un fracaso del desarrollismo. Pero si le metes saberes ancestrales, esa misma experiencia puede ser un salto a otras dimensiones en las que encontrarás la fuente, la sanación, el despacho de tu animal de poder. No te van a dar ganas de volver y bueno, en todo caso, no vas a poder”.

Maldonado-Oberhaff, quien también tiene a su cargo, entre otros, el enigmático proyecto de peajes astrales y el del pico y karma, añade que los episodios de vómito tan comunes entre personas que transitan por nuestras curvilíneas carreteras han sido interpretados por los médicos blancos de su lugar de poder como mareos que se contrarrestan con mareol, cuando en realidad se trata del niño interior de cada viajero clamando por salir -por vía oral- y para ello, qué mejor que cargar en el botiquín con este coadyuvante.

Por último, trascendió que el siguiente decreto obligará a los agentes de tránsito a tomar un curso en línea de chamanismo práctico en un plazo de 15 ciclos lunares hábiles.

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