«Ante tantas pendejadas que se inventan solamente para hacerle daño al fútbol, hemos decidido tomar medidas de fondo: gracias a un convenio de cooperación con la Federación de Irán a partir del próximo mes, nuestras niñas competirán con un traje especial tipo burka y punto final. Así ya no van a provocar a nadie y sanseacabaron los líos. Cortamos por lo sano».
De esta manera, explicó un alto directivo de la Federación Colombiana de Fútbol la principal medida tomada por esta entidad ante las muy serias denuncias de mujeres futbolistas sobre todo tipo de anomalías en las selecciones de esta rama. Las mismas van desde cobros indebidos hasta episodios de presunto acoso sexual. Dichas denuncias salieron a la luz pública gracias a un trabajo periodístico publicado en el portal de la iniciativa Liga contra el silencio.
El nuevo uniforme cubre el 95 % de la piel de las jugadoras y solo deja al descubierto las manos y la cara. De ese modo, los directivos buscan ocultar las formas femeninas, «foco de excitación en los hombres». La propuesta de jugar con las luces apagadas está descartada por el momento.
«Tanta piel expuesta por las niñas lo alborota a uno como varón y ahí es cuando aparecen los problemas. Entonces sienten que pueden atraerlo a uno, se les suben los humos, se sienten con poder y les da ese embeleco de que las traten como a mis muchachos, comenzando con ese invento traído del castrochavismo de que les paguen igual y las afiliemos a una EPS. Antes deberían estar agradecidas con que les prestemos el balón. El fútbol es un juego de varones, está en el Eclesiastés», enfatizó el directivo.
El directivo lamentó no contar con el apoyo de Adidas para esta iniciativa, quienes se negaron con el argumento de ‘que se les iba mucha tela’.
Respecto a los presuntos cobros a las jugadoras, se declaró sorprendido porque no le habían informado y «así es muy difícil el manejo de las comisiones». Por esta razón, se dotará a los nuevos técnicos de datáfonos de bolsillo para garantizar la trazabilidad de estas transacciones.
