El Ministerio de Salud última detalles de un programa que promete generar controversia. Se trata de uno que busca enfrentar la adicción al bazuco sustituyendo el consumo de este con el uso compulsivo de la red social Twitter. «Bájale al susto, trina con gusto», se llamará la iniciativa.
A los que decidan apuntarse en el programa se les entregará una tableta -de las del MinTIC que han sido decomisadas a estudiantes por mal uso- a cambio de su pipa.
«Comenzamos a notar impresionantes paralelos entre los adictos al bazuco y los usuarios de Twitter: no solo el consumo compulsivo, que los obligaba a recurrir a la droga y a la red en intervalos cada vez más breves, hasta llegar a cuadros extremos de adicción en los que simplemente no se pueden desconectar/soltar la bicha sino creciente paranoia y deterioro acelerado de sus funciones cognitivas», asegura Freddy Ortega, uno de los médicos expertos en el asunto que participó en el piloto del programa.
«Si alguna vez, aunque no te veo cara, has estado en una olla, pues entenderás que es básicamente lo mismo que Twitter: muchas personas hablando solas creyendo que los demás los escuchan».
«La diferencia es que, si bien ambos adictos terminan igual, es decir, jodidos, abandonados por la familia que no se los soporta más, sintiéndose perseguidos, alucinando, el twittero tiende a robar menos para pagar el WiFi que lo que roba el bazuquero para poder aprovisionarse de la droga, de ahí la ventaja de estimular la primera adicción».
Ortega reconoció que se trata de paños de agua tibia, toda vez que se cambia un problema por otro. «Pero por lo menos así logramos el valor agregado de preservar nuestro patrimonio arquitectónico, toda vez que el bazuquero convertido en twittero ya no saldrá a raspar ladrillo de iglesias y plazas de toros como la Santamaría», puntualizó.