Ante los cada vez más frecuentes incidentes que involucran aviones de combate venezolanos ingresando a espacio aéreo colombiano y, sobre todo, ante la total carencia de medios por parte de la Fuerza Aérea Colombiana para reaccionar frente a dichas intromisiones, el Gobierno prepara un inusual decreto con el que pretende desactivar este “foco de ruido” para la relación binacional.
Se trata de la implementación de un “Happy hour”; es decir, un lapso del día en el que los radares no funcionarán permitiendo así el ingreso de las aeronaves sin que sea necesario generar reportes que luego den pie a notas de protesta que hagan más tenso el ambiente entre ambas naciones.
“Pues toca así, dejar volar el ingenio y la malicia indígena, porque los KFir ya no pueden. Esperamos que la cosa mejore un poco en unos años cuando se gradúe el primer curso de oficiales-kamikazes, pero por lo pronto la verdad es no hay forma de hacer nada, porque los pilotos que están ahora capacitados tienen familia y apego por sus vidas. E igual, si quisieran, no podrían despegar porque dejamos vencer la teconomecánica de todas las unidades”, declaró a este portal un alto oficial que pidió reserva de su identidad.
“Esperamos reciprocidad, que esta decisión la asuman en Caracas como un gesto de buena voluntad en el propósito de acercamiento luego de tantos incidentes. La idea es que programen todas sus incursiones durante el ‘Happy hour’. Para que esto sea así, les hemos hecho saber que habrá hasta tres paquetes de Harina Pan para los pilotos que nos visiten en el lapso en cuestión”, aseguró, por su parte, una alta fuente de la Cancillería.
Entre tanto, y paralelo a esta idea, el Ministerio de Defensa confirmó que ya fue adjudicada la compra de un paquete de 300 caucheras en fibra de carbono para repartirlas entre los soldados ubicados en zona de frontera con las cuáles “se hará lo que se pueda para defender los cielos de la patria”, según informó un vocero de esta cartera que también pidió no revelar su identidad.
