Científicos de la Instituto Superior de Biotecnología de Nagoya, en Japón, descubrieron el chip con el que nacen las nuevas generaciones. El hallazgo, que ya es firme candidato al Premio Nóbel, se dio gracias a un experimento en el que participaron más de 100 niños de todos los lugares del mundo.
Los científicos japoneses les entregaron a los infantes varios dispositivos electrónicos de última generación que los menores -algunos sin saber hablar- supieron abrir, conectar, actualizar y utilizar sin ningún problema. Posteriormente, realizaron un scanner en los cuerpos de los pequeños que mejor se habían desenvuelto con los dispositivos electrónicos, encontrando, para sorpresa de todos, que los niños tenían un pequeño chip incrustado en la parte posterior del lóbulo de la oreja, aditamento que, evidentemente, no tenían ninguno de sus padres.
Se cree que uno de cada dos niños en el mundo viene con el famoso chip, y aunque la causa no está del todo determinada, algunos científicos sostienen que los nacimientos de los Chiplenials, como desde ya se les conoce, son una respuesta adaptativa que opera como mecanismo de defensa en hogares donde el papá y la mamá suelen decir: “a mi me atropella la tecnología.”
