Cansado de la desinformación y el cruce de versiones entre sus funcionarios sobre los componentes de la próxima reforma tributaria -‘ley de financiación’ para los amigos-, el presidente Iván Duque decidió poner en marcha una estrategia comunicativa BTL-Out of the box para poner orden en este tema.
El que cada integrante del Ejecutivo tenga una versión sobre los componentes de la temida ley, muchas veces contradictorios obligó al presidente a salirle al paso a la desinformación. A su equipo de comunicaciones le pidió una idea disruptiva.
«Puede ser algo confuso, pero es la soda», afirmó Duque. «En cualquier caso el desorden y la desinformación no será mayor de la que ya hay. Cuando me trajeron la idea los mompas de comunicación les dije ‘elegante como el pegante, pa’lante'». Trascendió que la otra opción era que el ministro Carrasquilla se disfrazara de conejo y escondiera las mismas pistas en los jardínes de la Casa de Nariño para que después las buscaran los congresistas.
Es así como en ciertas galletas se han distribuido estratégicamente los que serán los aspectos claves de la iniciativa próxima a ser presentada en el Congreso por parte del Gobierno. Desprevenidos comensales de restaurantes de moda en las principales ciudades se han llevado auténticos chascos al encontrar un «Declárale tu amor, pero antes declara tu renta si ganas más de 800.000» en lugar de «la felicidad es una mujer vestida de sol», o textos más crípticos pero igualmente perturbadores como «El IVA es como la belleza: está en todas partes si sabes buscar», «Un rio no se puede detener, la renta tampoco se puede retener», «El hombre rico es el que ama mucho y paga poco» y «El hombre sabio no se come su última papa, la siembra para el próximo año gravable».
La novedosa campaña ha tenido un efecto colateral y son los kilos de más que hoy ostentan periodistas económicos que en su frenética búsqueda de la chiva acumulan una semana engullendo sin parar las citadas golosinas.