Un grupo de hackers logró infiltrar varios de los grupos que incitan a los niños a participar en peligrosos retos.
El juego de la ballena azul fue denunciado por la Interpol hace varias semanas y se ha podido determinar que miles de niños con vacíos afectivos y mucho tiempo libre ponen en riesgo su integridad física al cumplir pruebas que van incrementando su peligro.
Por esta razón, miembros de un grupo de seguridad informática se infiltraron y tomaron el control de al menos diez grupos de la ballena azul en Latinoamérica. Al obtener permisos de administración, cambiaron las pruebas para volver a estos niños miembros útiles de la sociedad.
Es así como, en lugar de chuzarse con un alfiler, los niños deben coser una media rota; no arrancarse los pelos de la nariz sino podar las plantas; no poner la nariz en el exhosto de un Transmilenio sino recoger la arena sucia del gato o en vez de hacer equilibrio en un puente, planchar el uniforme.
Los resultados han sido espectaculares. Muchos niños han publicado fotos de sus cuartos en orden, el boletín con buenas notas o del desayuno que hicieron a sus padres, creyendo que hacen parte del juego de la ballena azul y que están logrando la anhelada aceptación de sus pares.