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Oposición radical, cristiana y patriótica a la nueva liga femenina de fútbol profesional pidieron hoy a sus fieles por lo menos veinte pastores cristianos reunidos en Bogotá.

Aseguran que la implementación de una liga de un deporte que por su naturaleza es, y debe seguir siendo masculino, es «un tumor más de ese cáncer que carcome nuestros valores como lo es la satánica ideología de género».

«No es bueno que mujeres hagan cosas de hombres, menos a nivel profesional. Y menos si tenemos en cuenta que el fútbol femenino fue desarrollado en la Unión Soviética para alejar a las mujeres de las cocinas», aseguró Pedro Covarrubias, pastor de la Iglesia Jesús Comando Contraguerrilla de Puerto Boyacá, Boyacá. «Es el mismo plan que está llevando a que cada vez más damas se bajen del Bailey’s o del Sabajón y se suban al Whisky y que hoy tiene a miles de hombres, de antiguos varones, en talleres de crochet y escuelas de culinaria».

«Está claro amigo periodista, que en el decimonoveno Congreso del Partido Comunista Mundial celebrado en Varsovia en noviembre de 1982 se estableció que el comunismo había que disfrazarlo de las pasiones más queridas por los jóvenes, el fútbol entre ellas. En Colombia primero lo hicieron promoviendo el juego colectivo con Maturana, que, atención, no por nada es negro y su tal toque-toque, que no es sino una manera de familiarizar a los niños, y de una forma perversa, con la colectivización de la propiedad privada, naturalizar la que es una de las principales reivindicaciones del comunismo. Ahora, el paso siguiente es instaurar dizque una liga femenina, para que los hombres se levanten y no tengan, quién los vista, quién les abotone las camisas porque la mujer se fue a entrenar. Es un dardo venenoso al corazón mismo de la familia tradicional, biparental, blanca, educada, correcta y atada al sistema por los lazos sagrados de la hipoteca», complementó el exprocurador Alejandro Ordóñez, presente en el evento.

Los líderes espirituales firmaron un documento en el que se advierte a sus fieles mujeres que la práctica del fútbol, incluso a nivel del popular futbolín, así como la asistencia a los estadios, incluso al nivel del 12 de octubre de Tuluá, «hace llorar a papá Dios».

Por último fueron claros en que si se lee al revés el artículo 45 del punto 3 del acuerdo de paz se escucha: «castrochavismo fútbol con mujeres llevamos Colombia abismo ja ja ja».

 

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