No es un performance, ni una instalación. Es una obra plástica compuesta por cuatro hombres con una pantalla de lámpara que se subastará por 2 millones de dólares como base.
El artista caleño Wilson Estíbaliz duró 2 años trabajando en esta obra llamada «alumbra-arte»
Maria Paz Gaviria, directora de la afamada feria de arte de la capital colombiana, explica lo que hay detrás de esta polémica obra:
«Mka, el arte es una cosa muy subjetiva y personal. En este caso el artista hace una reflexión desde la introspectiva de la pluralidad del cuerpo y la luz sobrepuesta a la fractura de hombre y objeto. Es una mirada diferente a la individualidad y las relaciones del cuerpo con el espacio y la mirada como segunda piel del neoindividuo».
El reto más grande para el artista en este caso fue ejercitar y mantener durante dos años a los cuatro hombres para que adelgazaran y tuvieran un cuerpo atractivo para ser lámparas.
«Esta obra más que polémica, es subversiva. Todo el mundo dice que un ser humano no tiene precio. Bueno, en este caso el artista dice que si lo tiene. Y es 500.000 dólares por individuo. (Son cuatro)».
Las lámparas humanas, aunque no alumbran, tienen un cable que sale de ellas y se puede conectar a cualquier tomacorriente. El convertidor para conexiones de sistema europeo no viene incluido. Las cuatro vienen con papeles, vacunas y una muda de ropa para el viaje hasta el destino del comprador final.
El mundo del arte espera con ansias el día de la subasta para saber quién se quedará con esta polémica obra.
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