Tras el Ice Bucket Challenge y el Reto del ombligo, un nuevo desafío de origen viral se pone de moda entre los colombianos de todas las edades.
Se trata del reto del Plop, en alusión al súbito desvanecimiento con caída hacia atrás que provoca, al terminar cada chiste, el ingenio del ídolo de Pelotillehue o de cualquiera de sus siempre carismáticos y ocurrentes amigos. Consiste en hacer un «¡Plop!» en un lugar o circunstancia insospechada.
Al parecer, ha sido motivado por el estreno del primer largometraje animado de Condorito, que podrá verse a partir del 12 de octubre en las salas del cine colombianas.
Su ‘picante’ tiene que ver con que el participante se compromete a no fijarse en riesgos -parafraseando el lengendario ‘no se fije en gastos’ de Don Chuma, el compadre de Condorito, a la hora de determinar la superficie sobre la cual tendrá lugar la caída.
Tras el golpe, es obligatoria una medición del chichón y luego viene el desafío a tres amigos a que el de ellos sea de mayor envergadura.
Uno de los videos que ha logrado más alcance viral es uno en el que una pareja de novios se lanza hacia atrás durante su boda, luego de decir «sí, acepto». Otro, que cuenta con varios millones de reproducciones, es el de el reto del Plop desde una volqueta en movimiento.
El nombre del reto, ¡Plop! todavía es motivo de polémica, pues Pepo, el dibujante austral creador de la tira cómica se reservó este secreto, que ha sido objeto de estudio por generaciones. La corriente teórica de los estudios contraculturales con perspectiva de animación incluyente apunta a que el mismo es símbolo de la liberación a toda la opresión del capital, realidad que puede ser evidenciada al deconstruirlo en condiciones de corrección política total.
Por su parte, reconocidos Condoritólogos de la Universidad de Santa Mónica en Virginia, Estados Unidos, tienen una explicación más simple: aseguran que el sonido ¡Plop! guarda relación con la expulsión súbita de los zapatos en el momento del desvanecimiento.